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Publicado: 26 Octubre 2020
“De la Tradición Inmaterial a la Realidad”
La situación actual que vive nuestro país nos ha llevado de nuevo al estado de alarma y a poner en marcha la medida del toque de queda. Una palabra muy pocas veces empleada por la población en general pero que para los sepulvedanos y las sepulvedanas es común en nuestro día a día. El motivo es que en Sepúlveda (Segovia) desde tiempo inmemorial suena cada noche el “Toque de Queda”, 33 campanadas que en la edad media se dice anunciaban el cierre de las puertas de la muralla. Sepúlveda, uno de los pueblos más bonitos de España, es sinónimo de arte, historia, gastronomía, naturaleza y cultura inmaterial y viva. Puerta de entrada al Parque Natural de las Hoces del río Duratón, las hoces explican el motivo por el que en Sepúlveda la muralla natural tiene tanta importancia como la construida, una muralla abierta al mundo a través de siete puertas, aunque es posible que hubiera más. Se dice que son esas puertas las que se cerraban al toque de queda y no se volvían a abrir hasta el amanecer. Con el paso de los siglos, la realidad, es que este sonido y tradición ha llegado hasta nuestros días y hoy sigue más vivo que nunca, hoy esas 33 campanadas nos hacen pensar más en una realidad que en una tradición.
¿En qué consiste este tradicional “Toque de Queda”?, situándonos frente al edifico del reloj en la Plaza Mayor, podemos observar en lo alto la Espadaña barroca situada en el torreón central de la muralla. La Espadaña está formada por dos campanas, una de ellas se encarga de dar las horas, la otra, llamada la Zángana (la más grande), da cada día el tradicional toque de queda, da cada día esas 33 campanadas. Se trata de 33 campanadas que suenan, como manda la tradición, de la Cruz de septiembre (día 14) a la Cruz de mayo (día 3) a las 9 de la noche y de la Cruz de mayo a la de septiembre a las 10 de la noche. Así que, tras sonar las campanadas de la hora correspondiente comienzan a sonar esas 33 campanadas. El hecho de que sean 33 campanadas se identifica con la edad de la muerte de Cristo.
Hoy a las 9 de la noche, como manda la tradición, sonará el Toque de Queda en Sepúlveda. Sin embargo, desde el día 24 de octubre ese sonido nos evoca además de tradición una realidad a la que tendremos que acostumbrarnos durante estas semanas.
Buscando lo positivo, esta situación nos permite poner en valor esta singular tradición, dentro de este mundo multicultural del que formamos parte, poner en valor la esencia de nuestros pueblos. A través de ella podemos viajar en el tiempo y sentir esa historia social de la que formamos parte. Al tiempo, también es una oportunidad, porque a partir de ahora muchos sepulvedanos y turistas que nos visiten se detendrán cuando suene el “Toque de Queda” y prestarán más atención a esa melodía y a lo que lleva escrito, dando más importancia a nuestra cultura inmaterial que en las próximas semanas formará parte de nuestra cultura viva.
Así, con ánimo y responsabilidad os invitamos a vivir este sonido. Y esperamos, que dentro de poco, este sonido nos vuelva a hablar del pasado, pero sin perder de vista que una vez se convirtió de nuevo en real, de este modo además de tradición simbolizará concienciación, respeto, responsabilidad, no sólo individual sino también global.
Ahora toca seguir siendo responsables, cumplir las normas y hacer todo lo que nos marcan, para mantener la estabilidad, la confianza y el bienestar para todos. En definitiva, lograr paso a paso que Sepúlveda siga siendo un destino de referencia, ahora, en este nuevo Turismo de Interior que ha de aprender cada día que pasa y adaptarse a las situaciones que van surgiendo. Un destino que nos permitirá no olvidar lo maravilloso que es viajar, revivir lugares o descubrir aquello que es desconocido.